El niquelado consiste en la aplicación de una capa de níquel sobre la superficie de un objeto.

Aplicaciones:

Su finalidad, generalmente, es mejorar la resistencia a la corrosión, y/o por cuestiones decorativas o como base para otros revestimientos galvanoplásticos.
Debido a sus características especiales (resistencia al aire, al agua, a los ácidos y a los alcalinos diluidos) el níquel se adecúa particularmente bien como metal de revestimiento para muchas aplicaciones, ahora bien, no podemos obviar que el níquel no es resistente al ácido nítrico, ácido clorhídrico o amoníaco concentrados.
El mayor empleo de este tipo de recubrimiento suele darse sobre objetos de acero, zamak y latón.

Aspecto/ Apariencia

Respecto de la tonalidad aportada, el níquel es de un color plateado, pero a diferencia de las superficies de cromo, destaca con un característico color amarillento pálido.
En comparación con los tratamientos de cromo, los recubrimientos de níquel se caracterizan por un aspecto ligeramente inferior (peor brillo, posibilidad de puntos de luz), una menor resistencia a la corrosión y menor resistencia mecánica, si bien, su menor coste puede hacerlos atractivos para aquellos casos en que dichos requerimientos no son claves y/o tan exigentes.
En Mirvat desarrollamos cuatro tipos de acabados finales en níquel:
Brillante, satinado, negro y scotch.